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jueves, 17 de septiembre de 2015

El lenguaje de lo insensato

Jueves 17 setiembre - 7pm
Libertad 130, Miraflores
#EntradaLibre

El lenguaje de lo insensato es un recorrido que Alejandro Hernández (Paranga) hace a través de diversos ámbitos sociales, para tratar temas como la salud, la política, la moral o la inmoralidad, la religión, la economía, la sexualidad, la familia, el poder, etc. y resaltarlos, como suele hacer el arte en su capacidad de comunicación visual o de la imagen, el lenguaje de las esencias o la síntesis.

Esta serie presentada a modo de crónicas de viaje, desarrolladas bajo un estilo muy personal en el que confluyen el expresionismo con el dibujo y la pintura, basa sus propuestas a partir de referentes conocidos por la historia de la cultura y del arte (Picasso, Montero, etc.) , íconos visuales insertados en nuestra memoria colectiva y que a través de la mano del propio Paranga, se convierte en la matriz sobre el que se ofrece una nueva orientación, en este caso, crítico y mordaz, del contexto actual donde nuestra sociedad precisamente limeña, ha perdido la brújula o norte en su conducta para transitar por el rumbo del absurdo, sórdido, mórbido e insensato.

Para ello, Paranga juega haciendo paralelos con su referente básico “La nave de los necios”, obra satírica gráfica de Sebastián Brant de 1494, el cual alude a la crítica de los vicios de la época. Esta obra ha sido el punto de referencia de artistas como El Bosco, filósofos como Michel Foucault, literatos como Rabelais, entre otros. Lo interesante es que, al igual que Brant, nuestro joven pintor construye su discurso desde un sentido gráfico e ilustrativo de un mundo delirante cuya finalidad pone en claro su objetivo crítico del arte, denunciar aquello que está mal o que socialmente emana una situación de caos y delirio. En el caso de Hernández, su delirio parte de la crisis en todo sentido y que desde lo político se hace divergente y alcanza lo social y lo cultural. Así, su pintura se enrumba hacia lo informativo y comunicacional, afianzando el detonante de las problemáticas que encierran hechos puntuales y que constituyen el alimento del día a día, de nuestros medios de información, repetidos hasta el hartazgo para caer en la insensibilidad y la inacción.


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